lunes, 10 de marzo de 2025

Series y películas de los 2000s

¡Holis, holis!

Hoy os voy a hablar sobre las series y películas que marcaron esta época. Durante estos años habían varios clichés:

1. Vampiros

Dentro del cliché de vampiros encontramos Crepúsculo y Crónicas Vampíricas.  

¡Crepúsculo es como la saga que definió a toda una generación! Team Edward o Team Jacob, ¿quién no ha tenido esa pelea? ¡Yo definitivamente soy del Team Edward!


Es que, ¿cómo no enamorarse de un vampiro tan perfecto y sombrío? Edward Cullen es todo lo que una chica podría soñar: misterioso, protector, y tan romántico… Aparte, tiene ese aire tan tragicón por ser un vampiro, pero, a la vez, quiere lo mejor para Bella. Es como, muero por él. Pero Jacob, ¿eh? ¡Es tan lindo! Y ese lado de chico rudo con corazón de oro… uff, ¡difícil decisión!


Y no podemos olvidarnos de toda esa vibra de peligro y pasión que tenía la historia. ¡Cada vez que Bella y Edward se miraban, el mundo se detenía! Todo lo que pasaba en Forks era intenso, desde los celos hasta esos momentos en que pensabas que Bella iba a morir (¡y luego volvería como vampira, claro!). Y esos libros de Stephenie Meyer, ¡qué obsesión! Las películas, aunque un poquito cheesy a veces, no podían ser más épicas. Esos momentos con la música, los paisajes, y la química entre Kristen Stewart y Robert Pattinson… simplemente perfecto.


Pero luego están las Crónicas Vampíricas…  Esa serie es completamente diferente, pero igual de adictiva. Damon Salvatore es literalmente mi vida. Es el tipo de chico malo que, por alguna razón, sabes que no deberías amar, pero no puedes evitarlo.

  


Y Stefan, que es todo lo contrario, ¡también me encanta!


 

Pero Damon tiene esa vibra oscura, llena de sarcasmo, que lo hace irresistible. Y, claro, la relación entre los tres: Elena, Damon y Stefan, ¡es el drama que me hace vivir!

(Cómo la miraaa 😍😭)
 

The Vampire Diaries tiene tanta acción, magia y esos giros de trama que te dejan sin aliento. Es como si nunca supieras quién va a sobrevivir, quién va a traicionar a quién, y todo eso con tanto drama romántico que te mantiene enganchada.

Al final, ambas series son tan diferentes, pero al mismo tiempo, ambas te hacen sentir esa emoción de vivir en un mundo lleno de vampiros, amores imposibles y decisiones que pueden cambiar todo. Si eres fan de los vampiros y de los romances intensos, ¡definitivamente esas dos son de las mejores! 💕👻

 

2. Sirenas

¡H2O! ¡La serie más épica de todas las series de chicas mágicas! ¿Quién no soñó con ser una sirena después de ver H2O: Just Add Water? O sea, tres chicas súper normales que, por accidente, se convierten en sirenas. ¡Y no solo eso! Tienen poderes, pueden controlar el agua, ¡y se ven INCREÍBLES con sus colas de sirena! Cleopatra, Rikki y Zoe (bueno, Rikki es mi favorita, obvio) eran el trio perfecto. ¡Esas aventuras, esos secretos! Me encantaba la forma en que siempre intentaban mantener su vida como chicas normales y, al mismo tiempo, lidiaban con ser sirenas en secreto.


Y la isla Makoel lugar más mágico del mundo. Cuando me enteré de que era una isla real, no lo podía creer. Toda la parte de cómo se transforman cuando el agua las toca, ¡era tan emocionante! Me acuerdo de esos momentos tensos cuando alguien podía descubrir su secreto, y las chicas siempre estaban a punto de meter la pata, pero ¡nada las detenía! Y, claro, ¡esos chicos que siempre estaban tan cerca de descubrir la verdad! Es que la química entre los personajes era lo máximo, y todo tenía ese toque de misterio y magia que me tenía enganchada cada vez que lo veía.


Y después está Aquamarine… ¡qué película tan mágica! ¡De verdad que si alguien me hubiera dicho que podía ser amiga de una sirena, yo no lo pensaba dos veces! Aquamarine es todo lo que una chica de mi edad podría desear: sirenas, amigos incondicionales, el verano perfecto, y una historia de amor super linda. La historia de Aquamarine y cómo busca a su "amor verdadero" es tan divertida y dulce. ¡Y el momento en que ella se muestra por primera vez como sirena! ¡Me morí! Y luego, esos momentos con la conexión entre las chicas y cómo hacen todo lo posible por ayudarla, qué película tan entrañable.


¡Las dos son como un sueño hecho realidad para cualquier adolescente que soñó con tener poderes mágicos y vivir aventuras en el mar! O sea, ¿quién no querría nadar con una cola de sirena o pasar el verano en una playa secreta con una amiga mágica? ¡Yo estaba OBSESIONADA con esas historias!

Por cierto, las colas de las sirenas fueron diseñadas por la misma compañía y a la vez, ¡nadie copió a nadie! 💦💙

 

3. Música

¡Victorious! ¡Eso era TODO! ¿Quién no quería ser parte de la escuela Hollywood Arts? ¡Era el lugar perfecto para todo lo creativo y musical! Tori Vega, la protagonista, era tan genial y talentosa, pero lo que más amaba era cómo su grupo de amigos era tan diverso y, a la vez, tan único. Desde Jade, la chica súper cool y un poquito oscura, hasta Cat, con su personalidad tan adorablemente rara. Pero lo más genial de todo era que ellos tenían tantas aventuras locas y cantaban todo el tiempo. ¡Las canciones eran geniales! Me acuerdo de cuando Tori cantaba "Freak the Freak Out" o "Make It Shine", ¡esas canciones estaban en mi cabeza todo el día! Y las situaciones totalmente locas con Gibby y Andre… ¿quién no amaba las travesuras en Hollywood Arts?

 

Cada episodio tenía ese toque de locura que solo una escuela de artistas podría tener, y esas amistades, aunque raras, siempre estaban ahí para que Tori brillara. ¡Es que ser parte de Victorious era como tener el mejor grupo de amigos y ser estrella de rock al mismo tiempo!


Y luego está Hannah Montana… ¡¿quién no quería ser Hannah Montana?! Ella tenía la vida perfecta, ¡era una estrella pop mundial y, al mismo tiempo, una chica normal de la escuela! Miley Stewart era tan relatable porque, a pesar de su fama, trataba de mantener su vida normal, solo que con un poquito de drama, claro. Pero la verdad es que todos querían ver a Hannah brillar, y esas canciones, ¡OMG! ¡"Best of Both Worlds" es un himno! Me acuerdo de cómo me ponía a cantar en mi habitación como si fuera una superestrella… y es que Hannah Montana no solo era una serie, ¡era una forma de vida! La relación con su papá Robbie Ray, las travesuras con Lilly y Oliver, y cómo Miley siempre trataba de equilibrar su vida secreta con su vida pública. ¡Era todo un caos, pero de los mejores!


 

Y esos outfits de Hannah… ¡quiero todos esos vestidos! Siempre tan brillantes y coloridos, como ella, superdivertida. Y, claro, la gran revelación de que Miley era Hannah Montana… ¡todo el mundo se volvió loco! Esa serie tenía tanto corazón, tanto humor, y de alguna manera siempre te dejaba un mensaje de que, aunque ser famoso suena increíble, también tienes que encontrar un balance en tu vida.


¡Ambas series eran como los grandes sueños de ser famosa, tener amigos increíbles y vivir aventuras locas! ¿Quién no soñó con ser como Tori o Miley, vivir en un mundo lleno de música y aventuras, y, por supuesto, ser el centro de atención? ✌💋




 

 

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